sábado, 13 de junio de 2009

Desde la sala de control: visita de los Edimburgueses

Hola a todos,

¡Qué abandonado tenemos este cuaderno de bitácora! Acabo de darme cuenta de que hace justo un mes que no escribía. ¿Será que hay menos novedades que las primeras semanas?, ¿será que estamos más liados?, ¿será que nos despegamos cada vez más de la vida en España? Sea como sea, son las 2 de la mañana del viernes noche y estoy de guardia (hasta las 8 de la mañana) en la sala de control de mi experimento en el CERN: un momento perfecto para resumir las ultimas novedades por Ginebra.

En este mes, nos hemos pegados nuestra primera buena marcha hasta las tantas de la mañana (no es fácil en Ginebra). Fue con un grupo grande de extranjeros que organizaron una quedada por internet, estuvimos en el "Alhambar" tomando mojitos y luego en la discoteca "SIP", donde por fin nos pegamos un buen baile.

¡El verano ya ha llegado a Ginebra! La verdad es que el clima es mucho mejor de los que esperábamos, y aprovechamos los fines de semana para tomar el sol y bañarnos junto al lago. El ambiente del parque frente a nuestra casa es genial: todo el mundo en bañador, jugando a las palas, badminton, fútbol,... y de cuando en cuando un bañito en el agua "helá" del lago.

Hace un par de fines de semana vinieron de visita nuestros amigos de Madrid y Barcelona, aquellos que Calia conoció en Edimburgo y con los que nos juntamos cada vez en una ciudad a pasárnoslo cada vez mejor. Ya van Barcelona, Madrid, Zamora, Granada, Zaragoza y ahora Ginebra. Todos se quedaron en casa, de manera que eramos 9 en el apartamento, y aunque no os lo creáis no estábamos estrechos.















La primera noche la liamos en el piso, de conversación, copas y baile hasta las 5 de la mañana. Menos mal que nuestros vecinos estaban de marcha. Al día siguiente, desayuno a lo grande y turismo por la ciudad; y por la noche cena típica Suiza en el Auberge de Savièse. Pedimos de todo: Fondue de queso, de carne, chinoise y Raclette!! El domingo, nos alquilamos una barquita a motor para pasear por el lago. Lo malo es que no pudimos acercarnos a la orilla a recoger a todos y tuvieron que nadar nada menos que 100 m. para llegar a la barca; y mientras, Alberto y yo como auténticos capitanes de barco, disfrutando de las vistas, del chorro, y de la velocidad de coña del barquito. En resumen, una gran visita y un gran fin de semana.
















Por último, el fin de semana pasado fuimos a España para la boda de Virginia (AVIS) y Juanjo en León. La cosa fue así de fácil: volamos a Oviedo, alquilamos un coche para llegar a León dos horas antes de la boda, bailamos hasta las 5 de la mañana y a las 10 estábamos en la carretera para comer con Rafa, Jose y Lucía (¡¡cojonudo el pisito nuevo!!) antes de coger el vuelo de vuelta hacia Ginebra a las 18:00 del domingo. Quizá fue demasiado follón y demasiadas prisas; pero el cansancio se pasa al día siguiente y los buenos recuerdos durarán para siempre.

Así que seguiremos así, sin parar demasiado pero disfrutando mucho; sobre todo, de los buenos amigos.

Carlos y Calia

1 comentario:

  1. Hola,

    Os faltó poner alguna foto de la pierna negra que os llevaron, jajaj y le disteis un buen tiento.

    A ver cuando organizamos una siguiente quedada, y que las tiendas estén abiertas.

    un besazo
    Mjose.

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